El hombre lobo, también conocido como licántropo, es una criatura legendaria presente en muchas culturas independientes a lo largo del mundo. Se ha dicho que este es el más universal de todos los mitos (probablemente junto con el del vampiro), y aún hoy, mucha gente cree en la existencia de los hombres lobo o de otras clases de "hombres bestia". un hombre lobo es una persona que se transforma en lobo, ya sea a propósito o involuntariamente, a causa de una maldición o de otro agente exterior. El cronista medieval Gervase de Tilbury asoció la transformación con la aparición de la luna llena pero este concepto fue raramente asociado con el hombre lobo hasta que la idea fue tomada por los escritores de ficción moderna. La mayoría de las referencias modernas están de acuerdo en que un hombre lobo puede ser asesinado si se le dispara una bala de plata, aunque esto es producto de la narrativa moderna y no aparece en las leyendas tradicionales. Como dato adicional, en el folclore es creido también que ha existido una fuerte rivalidad entre vampiros y hombres lobo, debido a que al ser pertenecientes a una misma raza de criaturas, y al haber renunciado a los poderes vampiricos una familia de inmenso clan, para obtener un forma física superior ganándose así el rencor de sus parientes.
Nadie sabe con exactitud cuándo se originaron las leyendas sobre hombres lobo. Puede que se trate de una superstición tan antigua como la humanidad misma, originada como explicación de diversas patologías.
Características
Cabe recordar que no en todos los países del mundo hay lobos, y que otros animales suelen jugar un papel similar en otras culturas. Por ejemplo, en África aún se cree en hombres hiena u hombres leopardo; en India se pensaba que los tigres enemigos de los hombres eran capaces de convertirse en humanos para atraer a estos y en la Amazonía Colombiana, peruana y brasileña se cree que el delfín rosado o bufeo se transforma por la noche en un apuesto varón, para seducir y luego robarse a las mujeres, aunque con la intención de reproducirse.
los hombres lobo parece originario de Europa, y estaban muy vinculados con otras supersticiones y la magia negra. El mito es esencialmente masculino y, entre las causas de que un ser humano se convirtiera en hombre lobo, las más frecuentes eran las siguientes:
Ingerir ciertas plantas vinculadas tradicionalmente con los lobos y la magia negra.
Beber en el mismo lugar donde lo hubiera hecho un lobo.
Cubrirse con la piel de un lobo.
Dormir desnudo a la luz de la luna llena.
Usar una prenda hecha de piel de lobo.
Adquirir la capacidad de transformarse en lobo mediante magia y sortilegios.
Ser el séptimo hijo varón de una familia y no ser bautizado .
Ser mordido por otro Hombre Lobo. Esta última forma era la más común.
Tener relaciones sexuales con un hombre lobo
Nacer depues de morochos o gemelos siendo hijo varón.
Según la tradición, la mayoría de los hombres lobo no se transforman en tales voluntariamente (sólo los magos y los hombres lobos auténticos, es decir, no malditos,pueden hacerlo); son víctimas de una maldición, y sufren enormemente a la hora de su metamorfosis. Lo que es peor, al transformarse pierden completamente la conciencia humana volviéndose peligrosos incluso para sus seres queridos. La única manera de librar a un hombre lobo de su maldición es dándole muerte, lo cual no es nada fácil; debe hacerse con un instrumento de plata, ya sea un bastón, un cuchillo o una bala.
Un hombre lobo es un hombre completamente normal la mayor parte del tiempo y se comporta de manera natural, aunque un poco velludo, y con los sentidos más desarrollados (especialmente el olfato), además de estar en buen estado de salud y forma física.
No es sino durante la noche de Luna Llena cuando se transforma, pues la luz de este astro es la que controla sus transformaciones. Aunque varía según las versiones, el aspecto de un Hombre Lobo transformado puede ir desde un Lobo auténtico aunque más grande de lo normal, hasta un humanoide peludo y con colmillos que va en busca de carne humana.
Transformación en hombre lobo
Las leyendas históricas describen una gran variedad de métodos para convertirse en Hombre Lobo. Una de las más sencillas es la de desnudarse y usar un cinturón hecho de piel de Lobo, probablemente un sustituto de asumir toda la piel del animal que también es frecuentemente descrita para este proceso. En otros casos el cuerpo se frota con savia mágica. Otras maneras también consideradas para lograr la metamorfosis son el beber agua que esté sobre la huella del animal o beber de ciertas fuentes encantadas. Olaus Magnus u Olaus Vormius dijo que los Hombres Lobo de Livonia fueron iniciados al drenar una copa de cerveza especialmente preparada mientras se repetía una fórmula. Ralston, en sus “Canciones sobre la gente rusa” da una forma de encantamiento que aún es familiar en Rusia. También se dice que cuando una mujer da luz a seis niñas, nacerá un séptimo varón y será un hombre lobo.
, es el séptimo de los hijos varones. Esta creencia estuvo tan que los séptimos hijos eran abandonados, cedidos en adopción o asesinados, En otros casos la transformación se logra supuestamente mediante agentes satánicos a los que se somete voluntariamente, y eso se hace con los fines más desagradables, en particular por la gratificación del anhelo de la carne humana También existen varios métodos para eliminar la forma bestial. El más simple era el acto de desencantar (funcionando en sí mismo o en una víctima), y otro era el retiro del cinturón o piel del animal. Otros métodos de posibles curas son: arrodillarse en un punto durante cien años, ser reprochado por ser un Hombre Lobo, ser saludado con el signo de la cruz, ser llamado tres veces por el nombre bautismal, ser golpeado tres veces en la nuca con un cuchillo, o al menos derramar tres gotas de sangre. Muchos cuentos folclóricos europeos incluyen lanzar un objeto de hierro sobre o hacia el hombre lobo, para que éste revele su forma humana.
El hombre lobo fue el mito más original que se ha visto en la actualidad desde los tiempos antiguos hasta nuestra época.
Como diferenciar a un «hombre lobo»
No es lo mismo un hombre lobo maldito a causa de un hechizo que un hombre lobo auténtico.
A diferencia de los auténticos hombres lobo, las víctimas de la licantropía tienen únicamente dos aspectos: el humano y el animal, o el humano y el de bestia humana. Cuando no se encuentra bajo la apariencia de un ser humano, la víctima de licantropía posee la mente de un animal: no sabe lo que hace y tampoco puede controlar sus acciones. Sin embargo, los hombres lobo auténticos, también llamados purasangres, saben lo que hacen y controlan sus transformaciones. Se cree que los brujos y chamanes pueden crear un vínculo muy cercano con sus animales, lo que les da una serie de ventajas respecto a los hombres lobo malditos que ellos saben aprovechar. El brujo deja su forma humana por un tiempo determinado, para adquirir la de un animal elegido. Existen varias versiones de cómo se logra esta metamorfosis :
- Una asegura que el brujo simplemente desaparece y se encarna en el animal, a voluntad. El chamán afirma ser capaz de incorporar su conciencia al cuerpo de un animal ya existente. Sea de una forma u otra, hay una afinidad psíquica, una especie de parentela del alma entre el chamán y el animal en el que se transforma.
- Otra dice que se "fragmenta", para lo cual se desprende, de modo deliberado, de parte de su cuerpo (los ojos, las piernas, un brazo o, incluso, los intestinos), de este modo si se quiere acabar con un Nahual el mejor método es seguirle y observar donde realiza su transformación, robarle la parte del cuerpo de la que se desprendió ya que de este modo le será imposible volver a su forma original y al amanecer morirá.
- Otra más afirma que el cuerpo dormido del brujo permanece en su casa, mientras su espíritu vaga en la figura de animal. En este caso, para evitar que alguien toque su cuerpo dormido, el nagual debe dar siete volteretas.
Las tradiciones de hombres lobos han existido en todo el mundo desde épocas prehistóricas. El que los brujos puedan transformarse en animales es uno de los secretos más peligrosos de su magia. Para volver a la normalidad, bastaba que comieran los brotes del zarzal o el rosal, que besasen el atrio de un santuario, que recibiesen tres cuchilladas en la frente o que perdieran tres gotas de sangre. Estos licántropos adquirían habilidades ocultas al transformarse tales como una acelerada regeneración o el control de otros animales (caballos, liebres), entre otros.
Según la leyenda, el primer hombre lobo reconocido fue Licaón, rey de Arcadia, Grecia. En la mitología griega, Licaón era un rey sabio y culto y una persona muy religiosa que había sacado a su pueblo de las condiciones salvajes en que vivían originariamente. No obstante, parece que él mismo continuó siendo un salvaje, pues a pesar de todo siguió sacrificando seres humanos en honor a Zeus, e incluso se dijo que asesinaba a todo forastero que llegara a su reino pidiendo hospitalidad.
Al enterarse, el dios Zeus quiso comprobar los rumores y se disfrazó de vagabundo para hacer una visita a Licaón. Este inmediatamente pensó en matar a su visitante, pero se enteró a tiempo de que se trataba de Zeus y lo invitó a participar en un suntuoso banquete. Todo habría salido bien de no ser porque Licaón no pudo resistir la tentación de jugar una horrible broma al rey del Olimpo; ordenó que le sirvieran la carne de un niño (presuntamente un hijo suyo).
Zeus se dio cuenta, por supuesto, y, encolerizado, condeno a Licaón a convertirse en lobo, y a que todos sus descendientes serían también hombres-lobo. (Hoy, se conoce como licaón a un pariente africano de los lobos).
La historia de Licaón provee uno de los primeros ejemplos de la leyenda del hombre lobo. al llegar la Edad Media, los cuentos de hombres que se transformaban en lobo eran comunes y la gente tenía tanta fe en ellos que ni siquiera se atrevía a salir de noche al bosque. Hay que recordar que en aquellos tiempos los lobos auténticos eran comunes y no era raro que atacaran a las personas. Más tarde los lobos fueron cazados y exterminados en gran parte de su área de distribución, pero el temor a los hombres bestia siguió igual de fuerte que antes, por lo que la macabra leyenda subsiste hasta nuestros días.
Según las creencias armenias, hay mujeres que a consecuencia de pecados mortales están condenadas a pasar siete años bajo la forma de un lobo. Un espíritu llega a tales mujeres y les da la piel de lobo. Éste les ordena ponérsela, y tan pronto como lo hacen aparecen marcas de lobo en su mano derecha. Una vez que su naturaleza es conquistada, se come a sus propios hijos, uno por uno, después devora a los hijos de sus parientes de acuerdo a la cercanía genealógica, y finalmente ataca a los niños ajenos a su familia. Pasa a vagar entonces solamente durante la noche, y las cerraduras y puertas se abren en su aproximación. Cuando está cerca la mañana vuelve a su forma humana y se quita la piel de lobo. En estos casos la transformación es involuntaria. Pero junto a esta creencia sobre metamorfosis involuntaria, se encuentran las creencias de que los seres humanos pueden transmutar en animales a voluntad y después reasumir su forma original.
VAMPIROS
EL ORIGEN FUE PERSIA
Desde la Grecia Clásica hasta nuestros días se conoce la leyenda nacida en la antigua Persia: el registro más antiguo que documenta la existencia de los vampiros es un vaso con el dibujo de un hombre luchando contra una extraña criatura que intenta succionar su sangre.
Más tarde, los mitos babilónicos incorporaron una extraña deidad que se alimentaba bebiendo la sangre de los niños: su nombre es Lilitu o "Lilith".
De acuerdo con los textos hebreos, Lilith fue la primera mujer de Adán, a diferencia de lo manifestado en el Antiguo Testamento bíblico. Debido a su torpeza sexual, abandonó a su marido y se transformó en la Reina de los Demonios y de los espíritus malvados.
Existen numerosos dioses bebedores de sangre en la mitología griega y romana, conocidos como Lamiae, Empusae y Striges. Sus nombres fueron históricamente vinculados con el de brujas, demonios y vampiros. Pero estos vampiros, aunque bebían sangre humana, eran sólo deidades y no “muertos vivos”. Se trataba de divinidades capaces de adquirir apariencia humana para poder seducir a sus víctimas.
VAMPIRISMO DURANTE EL RENACIMIENTO
El fenómeno del vampirismo continuó en boga durante el Renacimiento, aunque de manera esporádica. Y se reactivó notablemente a partir
del siglo XIV durante las pestes que asolaron las regiones centrales de Europa, como Prusia, Silesia y Bohemia. Incluso llegó a interpretarse que la peste bubónica era causada por los vampiros, y el pánico de la infección condujo a gente a la enterrar a sus cadáveres sin siquiera verificar que fueran verdaderamente difuntos...
Fue por entonces que comenzó a pensarse que los vampiros se levantaban de sus sepulcros: eran personas vivas que, al salir de sus tumbas, eran interceptadas por vampiros que le infligían heridas y los transformaban en uno más del grupo.
Más tarde, un miembro del batallón de Juana de Arco se fugó hacia las tierras del sudoeste de Francia para buscar el secreto de la “piedra filosofal” en la sangre. Guiado por esta búsqueda, asesinó entre 200 y 300 niños, torturándolos de forma siniestra, para utilizar su sangre durante los experimentos.
durante el siglo XIX, . una figura histórica llegó a ser asociada con el vampirismo: su nombre era Vlad Tepes Dracula, príncipe de Wallachia, un reino antiguo que ahora es parte de Rumania. Cabe mencionar que el apellido “Drácula” significa “dragón”…
Cuatro siglos más adelante, Bram Stoker escribiría la célebre novela Drácula, que durante siglos nos otorgaría el estereotipo del vampiro clásico.
Aunque nunca desapareció totalmente, el auge del vampirismo disminuyó entre los siglos XV y XVII. Sin embargo, hacia 1611, la supersticiosa tierra de Hungría vio nacer las macabras ocurrencias de la condesa
Elizabeth Bathory, "la Condesa Sangrienta"
Esta aristócrata húngara fue acusada de secuestrar y torturar a numerosas jóvenes muchachas hasta su muerte con el objetivo de bañarse y de beber su sangre. Creía que, de esta manera, preservaría su juventud y su belleza
bathory era la esposa de un conde que siempre estaba ausente debido a su intervención en sucesivas guerras. Como la condesa se aburría de esta forma de vida, y de la eterna espera, comenzó a estudiar Magia Negra. Alguien le había sugerido, en una de sus reuniones con estos sabios, que la sangre de doncella que hacía volver la lozanía perdida, pero no le había prestado atención a este tema, al menos, hasta ese momento.Una de sus doncellas le estaba cepillando su largo cabello, cuando, sin pretenderlo, le causó un gran dolor al estirar el cepillo.Sin dar tiempo a reaccionar a la joven, Elizabeth saltó, la empujó y le causó una herida en la cara. La sangre goteó sobre su mano, y a sus ojos, vio como la piel se estiraba y quedaba más tersa y suave que en el resto de su cuerpo.Tenía 40 años entonces, y creyó haber encontrado la manera de ser guapa y joven de nuevo.La joven doncella fue puesta en una celda, desangrada y el líquido vital vertido en una bañera, donde la condesa se lavó concienzudamente.A partir de ese momento, la sangre se convirtió en una obsesión. Y la manera de conseguirla, como no, no era agradable para las donantes.Envió a sus esbirros a secuestrar niñas y jóvenes, a las que engatusaba y engañaba. Otras veces, directamente las secuestraba a la fuerza, drogadas o a punta de cuchillo.El final de las infelices era terrible. En el sótano de su castillo, creó un complicado sistema de drenaje, en el que cada gota que caía de los cuerpos de sus víctimas era recogido y depositado en una bañera. Allí recibía a diario un tonificante baño de sangre, que, en su mente perturbada, le daba vigor y juventud.Ideó también métodos para mantener a las niñas con vida durante días, provocándoles heridas que luego curaba y que más adelante volvía a abrir para no desperdiciar tan codiciado elemento.En ocasiones, hacía que sus doncellas le lamiesen el cuerpo cubierto de la sangre de las desgraciadas, y si una de ellas hacía un gesto de asco o repugnancia, era sacrificada de manera cruel y sin piedad.Si acometían su misión con deleite, eran recompensadas, aunque esto no garantizaba su supervivencia.La posición de la condesa garantizó su inmunidad, pero finalmente, el emperador no pudo acallar por más tiempo el clamor popular y organizó una patrulla para investigar los hechos que atemorizaban la zona.La tropa, comandada por György Thurzó, primo y enemigo de ella, encontró una escena dantesca en el castillo. En el gran salón hallaron el cuerpo sin vida y desangrado de una joven, además de otras dos, una de ellas con los últimos estertores y con sangre manando de una gran herida.En los subterráneos hallaron a decenas de jóvenes encarceladas y torturadas, además de cientos de cuerpos enterrados. La locura había llegado a su fin.Los secuaces de la condesa fueron ajusticiados, pero ella, siendo noble y poderosa, sufrió otro castigo. Durante cuatro años quedó emparedada en sus aposentos, hasta que, en 1614, con 54 años, decidió dejarse morir de inanición.En total, casi 650 adolescentes murieron por obra de sus maquinacionesProbada su culpabilidad.
Ilustración moderna de un vampiro
Si bien existen sugerentes leyendas en todas las civilizaciones de la Antigüedad, desde Egipto a Sumeria, la primera referencia histórica del vampiro se encuentra en la obra de Lucio Apuleyo, un escritor y filósofo romano, que vivió entre los años 125 y 180. Su novela El asno de oro cuenta la historia de dos hermanas malignas, Meroe y Panthia, que bebieron la sangre de un tal Sócrates (ninguna relación con el gran filósofo griego). Las hermanas cerraron las heridas de Sócrates con una esponjilla para que éste no se diera cuenta de la pérdida de sangre, pero cuando al día siguiente se inclinó para beber agua de un río, la esponjilla se cayó al agua, y tras ella la última gota de vida.
Los vampiros en la Antigüedad
En Mesopotamia se invocaba a los dioses protectores para que acabaran con los Utuhu y a los Maskin, seres muy similares a los vampiros que eran los culpables de las enfermedades y las pestes, por parte del pueblo. Estos seres junto con las huestes de Alal y Telal, pueden considerarse como antecesores de los vampiros.
En el Antiguo Egipto encontramos deidades vampíricas como Srun, caracterizada por tener aspecto de lobo y largos colmillos. Solían alimentarse de los cuerpos de sus víctimas humanas.
Los fenicios tenían la creencia de que la mortandad de niños era debida a los ataques de Lilitu, espectro errante que se alimentaba de la sangre de los infantes. Se hicieron exorcismos para devolver a los chupasangres (también llamados chtonios, "amigos de la sangre") a sus tumbas.
En el judaísmo uno de sus arquetipos míticos es Lilith, la primera mujer de Adán, de quien se decía que, entre otras cosas, se alimenta
ba de la sangre de los niños no circundados y es inspiradora de muchos personajes de vampiresas seductoras en la ficción por su acentuado carácter sexual.
Kali Ma, en la India era una diosa sanguinaria y feroz, con cuatro brazos y una larga cabellera. Se le ofrecían sacrificios humanos en los que la sangre era el elemento principal. Otros seres eran los butchas.
En América, el pueblo amerindio Mapuche tiene entre sus creencias la existencia de un ser vampírico conocido como el Pihuychen que atacaría principalmente a animales, pero también a humanos. Igualmente creían en la existencia de una criatura vampírica acuática conocida como Trelke-wekufe (El cuero). Posteriormente ambos seres formarían también parte de la tradición chilena.
También los Aztecas creían en un ser vampírico conocido como Civatateo que atacaba a los niños que después morían de una extraña enfermedad. También se dice que atacaba en las noches y especialmente en los cruces de caminos.
También en la cultura Maya se creía que el guardian de Xibalba era un murciélago con rasgos humanos llamado Camazotz que decía arrancaba las cabezas de los extraños.
en la mitología de la antigua Grecia, está la leyenda de Lamia, hija del rey oriental Belus y cuyos hijos fueron asesinados por la diosa Hera al conocerse que Lamia tuvo un romance con Zeus. Para vengarse, Lamia comenzó a perseguir a todos los niños que se encontraba para extraerles la sangre para alimentarse. Esta leyenda originó la superstición que persistió en las zonas rurales de la Grecia moderna, según la cual Lamia atacaba a todos los viajeros extraviados, seducidos por la belleza de la "chupasangre". También en la mitología griega se encuentra el caso de Empusa, hija de la diosa Hécate, un ser con pies de bronce y monstruoso que podía transformarse en una bella mujer y conquistaba a los hombres para aprovecharse de su sangre.
Además en la Hélade existían en sus leyendas las striges, deidades con rostro de mujer y cuerpo de pájaro que absorbían la sangre de los humanos mientras estos dormían. También existía un ser llamado Vrycolaka, que atacaba a su familia después de muerto.
Los romanos tenían a los larvae, no-muertos que no habían pagado sus crímenes en vida, y se vengaban de su estado esquelético y fantasmal absorbiendo la vida de los vivos.
El vampiro en la Edad Media
En la Edad Media, en los países de religión musulmana se hablaba de unos vampiros llamados gul, en el caso de ser varón, y gola siendo mujer, que se convertían en tales por haber tenido una muerte violenta. Estos seres tienen su aparición en uno de los relatos de Las mil y una noches llamado Honor de un Vampiro.
En España, en la región catalana del Alto Ampurdán (Gerona), se originó en el siglo XII una leyenda un poco olvidada pero que quizá sea la más importante sobre vampiros en la península Ibérica, y es la del Conde Estruch, Estruc o Estruga, un anciano caballero feudal, defensor de la cristiandad que vivió en el Castillo de Llers, destruido durante la guerra civil española, y quien se dice que murió asesinado y, como consecuencia de una maldición por su represión de las costumbres paganas que persistían en la zona, se convirtió en vampiro, aterrorizando mucho tiempo a los habitantes de la comarca, seduciendo también a jóvenes mujeres que quedaban embarazadas para dar a luz engendros monstruosos que morían al nacer.
EL MAS FAMOSO DE TODOS
Vlad Tepes
Draculea significa hijo de Dracul que a su vez significa el dragón y que era un título del voivoda (príncipe) valaquio - Vlad II Dracul, caballero de la Orden del Dragón, y padre de Vlad III, que es apodado Tepes ("Empalador" en rumano) por su método más famoso para escarmentar a su enemigos. Debido a su capacidad para expulsar a los turcos de Valaquia, por lo cual vivió en constante estado de guerra durante 1431 y 1476, y liberar la comarca de la delincuencia, se le considera un héroe nacional en Rumania y el salvador de Europa pues Valaquia junto con la vecina Transilvania, constituyen la puerta meridional de Europa que todo invasor procedente de Asia, tenía que pasar obligatoriamente si intentaba conquistar por el sur las fértiles llanuras del continente europeo.
La leyenda siniestra de Draculea, pudo surgir como mínimo desde 1460, cuando sus enemigos en el exterior y en el interior estaban convencidos de que Vlad disponía de poderes necrománticos, pues sólo así podía explicarse su conducta, y pensaban que su reducido ejército diurno quedaba reforzado durante la noche por las cien mil almas de sus víctimas convertidas en raptores de niños y doncellas, chupadores de sangre, fantasmales guerreros de la oscuridad en busca de implacable venganza contra los vivos. Se estima entre 50.000 y 100.000 el numero de sus víctimas empaladas, quemadas o incluso desolladas vivas durante su corto reinado de una decena de años. Como sutil refinamiento el príncipe a menudo manda engrasar o arromar la punta de las estacas para prolongar la agonía de sus ejecutados. su amante cometió la imprudencia de creer que podría animarle diciéndole que estaba embarazada porque daba por sentado que Drácula se alegraria de oír esa buena noticia. Drácula no se alegro "no puede ser" le dijo, y tomo un cuchillo y la abrió en canal para que ver su fruto. En otra ocasión, manda reunir a una gran cantidad de pobres y minusvalidos en una amplia sala cerrada bajo el pretexto de invitarlos a un banquete y ordena prenderle fuego. Un día Vlad le pregunta a un amigo que piensa del Bosque, en el cual se encontraban un sin fin de personas empaladas. Y el amigo responde : "Pues, huele un tanto mal..." Entonces lo empaló y le pregunto : "¿estando ahí arriba lo hace oler mejor?". Empalaba generalmente a los infieles y mujeres promiscuas, Vlad no solo empalaba personas también los mataba cortando sus órganos sexuales o desollándolos vivos y después exponiéndolos en público. disfrutaba las ejecuciones en masa. En otra ocasión, mandó poner una mesa, con un banquete delante de sus víctimas empaladas, para disfrutar de una lenta cena en medio de ese paisaje de agonía y muerte. Algunos mercaderes, que se sentían atraídos por la promesa de recibir protección por parte del estado, fueron despojados de todos sus bienes y asesinados mientras atravesaban Valaquia cargados de mercancías preciosas.
Ordeno que le llevaran desde Vurcia a 400 niños parar enseñarles la lengua de Valaquia; en lugar de eso, los hizo encerrar en un horno para ser quemados . Hizo que asesinaran a los hombres mas nobles de su estirpe y a todos sus parientes cercanos, junto con sus mujeres e hijos. Hizo enterrar a algunos de sus servidores hasta el ombligo y los atravesó con sus flechas; a muchos otros los desolló. Capturó en batalla a un cierto Daym, hijo de otro Daym voi-voda; mientras estaba todavía vivo y consciente, le hizo construir una tumba y ordenó a los sacerdotes que celebraran sus exequias; una vez éstas se hubieron llevado a término, cortó la cabeza al prisionero. Cincuenta y tres embajadores que habían sido invitados por los transilvanos fueron arrojados a prisión y, tras haber invadido sus tierras, aprovechando la circunstancia de que no podían tener ninguna actitud hostil, lo arrasó todo a hierro y fuego. Hizo empalar a Ceilino, jefe de sus tropas, porque no había sabido satisfacer su monstruosidad. Hizo empalar hombres de Vurcia, que habían caído en sus manos mientras se dirigían a otra provincia. A un cierto Zegano, que rechazó colgar con sus propias manos a un ladrón que había sido hecho prisionero, lo hizo cocer en una gran caldera y lo dio a comer a sus conciudadanos. Llegó a arrancar del seno de sus madres a bebés que estaban mamando para estrellarlos contra una roca ante ellas. Llegado a la provincia de Transilvania, convocó a todos los valacos que allí habitaban, ofreciéndoles su amistad; una vez los tuvo reunidos, lanzó a los soldados contra ellos y los exterminó; luego, incendió sus poblados. Se dice que con estos métodos mató a más de 30.000 personas.
La palabra “vampiro” se acuñó recién hacia el año 1726, luego de una tremenda plaga de murciélagos. Primero fue creada en alemán, Vanpir, tal como revela un informe acerca de un caso de “vampirismo”. Este vocablo derivó luego en el francés “vampyre”, hacia 1732. Finalmente nació la palabra inglesa “vampire”.
Los intelectuales y racionalistastas del siglo XVIII –también llamado el Siglo de las Luces– se esmeraron por destruir supercherías y creencias infundadas. Los eruditos, los doctores, los filósofos y los miembros de la Iglesia cuestionaron la existencia de “cómplices” del Diablo.
Para atrapar vampiros se utilizaban vírgenes montadas sobre caballos pura sangre (totalmente blancos o absolutamente negros) para hacer de señuelos. También se creía que el caballo comenzaría a relinchar y a alzarse cuando estuviera de pie sobre la tumba de un vampiro.
Otras supercherías indican que la cruza de un vampiro con un mortal podía engendrar nuevos vampiros. La gente comenzó, entonces, a tomar precauciones especiales, tales como colocar un clavo de hierro en la frente de un cadáver untar su cuerpo con grasa de cerdo o colocar una cabeza de ajo dentro de su boca.
para que un ser humano se convierta en vampiro:
Por predisposición desde el nacimiento: En Rumanía tenia mas posibilidades de ser un strigoi, el séptimo o duodécimo hijo cuyos hermanos mayores eran todos del mismo sexo. O tener unas marcas de nacimiento como el hueso sacro pronunciado, abundante vello corporal y haber nacido encapuchado, es decir con la cabeza envuelta en parte de la membrana placentaria, o haber ingerido parte de la misma.
Por muerte prematura o violenta: En la antigua Grecia, al igual que entre ciertas culturas africanas y en Indonesia, se creía que los niños, adolescentes y en general las personas que habían tenido una muerte prematura o en circunstancias anormales, por suicidio o violencia, podían convertirse en fantasmas vagabundos o vampiros
Por incumplimiento de rituales funerarios y religiosos: En Rumanía también se creía que alguien se puede convertir en vampiro después de su muerte si los que se deben ocupar de preparar y vigilar debidamente el cadáver no cumplen bien su tarea y no impiden que un animal, especialmente un perro o gato, e incluso una persona pasen a sobre el mismo. Esta creencia es similar a la de los hindúes que consideraban los espíritus o Pitrs que se encuentran a la espera de reencarnar pueden convertirse en vampiros si nadie les recuerda y realiza los rituales funerarios de rigor conocidos como shraadh y que son para facilitar su reencarnación.
Como maldición por acciones criminales o sacrílegas: En la antigua China también se creía que se convertían en vampiros ciertos criminales tradición similar a la existente entre los eslavos pues en Rusia se decía que los vampiros eran brujas o personas que se habían rebelado contra la Iglesia mientras estaban vivos, vendiendo su alma al diablo. A esta creencia ayudaron indudablemente los conceptos desarrollados por el cristianismo que, basados en la idea neoplatónica de la vida después de la muerte, fomentaron la idea de la corrupción del cuerpo y la supervivencia del alma hasta el día del Juicio Final, teniendo la posibilidad de acceder a este estado todos aquellos que murieran arrepentidos de sus pecados y que hubieran recibidos los últimos sacramentos.
Por las formas anteriores, en la Europa cristiana y especialmente entre los pueblos eslavos, todos aquellos que no fueran enterrados en tierra consagrada (en particular los suicidas y los excomulgados) y los que no hubieran recibido la extremaunción, tenían la mayor posibilidad de convertirse en vampiros
Por mordedura de un vampiro: Según casi todas las tradiciones, aquella persona que moría después de ser mordida por un vampiro se convertiría a su vez en uno. Los escritores ocultistas aducen que esta manera solo es posible si hay aceptación por parte de la victima.
LOS VAMPIROS
Fueron humanos mortales, pero ahora están en un estado intermedio entre la vida y la muerte, de ahí que se les llame no-muertos, revinientes o redivivos. Esta naturaleza determinaba su aspecto básico:
Según algunas culturas, un cadaver desenterrado era considerado vampiro si su cuerpo parecía hinchado y le salía sangre de la boca o la nariz. También si notaban que sus uñas, pelo y dientes eran más largos que cuando había sido enterrado e incluso poseía un aspecto más saludable de lo esperado, mostrando piel sonrosada y pocos o ningún signo de descomposición. En algunos casos, cuando se abrían las tumbas sospechosas, se podía encontrar que el cadáver tenía sangre fresca de una víctima manchando su cara.
En Transilvania (Rumanía) se consideraba que los vampiros eran flacos, pálidos, y poseían unas largas uñas.
En Bulgaria se les puede reconocer por poseer un solo agujero en la nariz.
Según algunas culturas, tienen la posibilidad de transformarse en insectos, murciélago, rata, lobo o en niebla. La forma más mencionada en la cultura popular es la del murciélago.
Poseen largos y puntiagudos caninos (colmillos) y su piel es muy pálida y fría.
Se alimentan primordialmente de la sangre de sus víctimas aunque hay descripciones de que también son antropófagos y en algunas culturas se consideraba que la sangre no era la base de su sustento, sino el "fluido vital" humano, algo tan etéreo como el alma, que en nuestra cultura se identifica con la sangre.
No se reflejan en los espejos ni tienen sombra, tal vez como una manifestación de la carencia de un alma. Este atributo no es universal, pues por ejemplo el vampiro griego vrykolakas/tympanios poseía tanto sombra como reflejo, pero es muy popular gracias a novelistas como Bram Stoker que lo menciona en su novela Drácula.
No toleran el ajo. En algunas tradiciones, también pueden ser alejados con rosas silvestres.
Los vampiros por su naturaleza demoniaca no soportan los símbolos cristianos y por ello pueden ser alejados usando una cruz cristiana o con agua bendita y no pueden cruzar por terrenos consagrados como los de una iglesia.
Son indestructibles por medios convencionales y son extremadamente fuertes y rápidos pero se debilitan junto a las corrientes de agua.
Aunque en general se supone los vampiros son vulnerables a la luz del sol, en algunas culturas se decía que no solo pueden resistir la luz del sol, sino que en algunos casos podían viajar a otro pueblo y llevar allí una vida normal.
Algunas tradiciones sostienen que un vampiro no puede entrar en una casa si no es invitado por el dueño; pero que una vez es invitado puede entrar y salir a placer.
En algunas zonas de Europa del este, existe la creencia de que el vampiro es un ser lujurioso que vuelve al lecho conyugal y deja embarazada a su esposa. De esta relación nacía un niño de características especiales (que varían en cada región), que se conocía como dhampiro.
Tienen una afinidad natural con la magia, en especial con la magia negra y concretamente la necromancia, siendo capaces de dominarla con mayor facilidad que el hechicero no vampiro más diestro.
Destrucción de un vampiro
existía el cazador de vampiros que podía ser un religioso o un dhampiro que según la tradición gitana es el hijo o descendiente de un vampiro con el poder de detectarlos, aunque fueran invisibles y destruirlos.
Métodos:
Clavar una estaca en el corazón de los cadáveres sospechosos de ser vampiros es el método más citado, particularmente en las culturas eslavas al sur. El fresno era la madera preferida en Rusia y en los estados bálticos, el espino en Serbia, y el roble en la región de Silesia. La estaca solía clavarse apuntando a la boca en Rusia y en el norte de Alemania, o al estómago en el noreste de Serbia. Atravesar la piel del pecho era una manera de "desinflar" al vampiro hinchado; es similar al acto de enterrar objetos afilados, como hoces, junto al cadáver, de forma que penetrara en la piel si el cuerpo se hinchaba lo suficiente mientras el cuerpo se transformaba en un no-muerto.
Clavar la cabeza, el cuerpo o las ropas del vampiro para evitar que se alzara. Los gitanos clavaban agujas de hierro y acero en el corazón del cadáver y colocaban pequeños fragmentos de acero dentro de la boca, sobre los ojos, en las orejas y entre los dedos durante el entierro. También introducían espino en el calcetín del muerto, o le clavaban una estaca de espino en las piernas.
La decapitación era el método preferido en las áreas germanas y eslavas del oeste, enterrando la cabeza junto a los pies, tras las nalgas o alejada del cuerpo. Este acto se veía como un modo de acelerar la marcha del alma, que, en algunas culturas, se creía que permanecía en el cuerpo.
La incineración completa del cadáver y rociar agua hirviendo sobre la tumba eran medidas adicionales frecuentes. También , sobre todo en casos recalcitrantes, se desmembraba el cuerpo y se quemaban las partes, se mezclaba las cenizas con agua y se suministraban a los familiares a modo de cura.
Repetir el funeral, rociando agua bendita sobre el cadáver, o con un exorcismo era una medida frecuente en los Balcanes.
Disparar una bala a través del ataúd, y colocar un ajo en el interior de la boca, eran precauciones que se tomaban en Rumania hasta una época tan reciente como el siglo XIX.